Salir de la zona de comfort: chapoteando

Todos tenemos nuestras actividades preferidas y en las que, por ende, nos da un poco menos pereza o miedo desenvolvernos en ciertas ocasiones.

A finales de este verano, de mano de dos buenos amigotes y miembros de la Cofradía del Vello Corporal y Facial como yo, podía disfrutar de un par de mañanas fuera de mi zona de comfort, o lo que es lo mismo, no iba ni a trotar ni a pedalear: iba a nadar!

Ya lo comenté en varias ocasiones con uno de mis guías de ese día, lo de flotar lo llevo inherente en mi persona, tengo suerte, cuento con unos fabulosos flotadores de serie que me ayudan. Pero eso de tener que nadar, iba a ser harina de otro costal...

Monstruos del lago Ness a mí? Pssst! Foto: Joaquim Verdalet


Como siempre que algo me motiva, no me importa madrugar. El punto de reunión sería en la barrera de acceso al hotel La Gavina de s'Agaró, y aprovecharíamos el pequeño canal de Aguas Abiertas (Aigües Braves) que hay allá. Sería una pequeña salida de 1000 metros, ver salir el sol, y volver para cada uno dedicarse a sus pequeños menesteres diarios.

Comentar algunos detalles que me llamaron la atención sin explayarme mucho. El cambiar de actividad y en consecuencia, de como trabaja el cuerpo, es genial. Lo que le llaman entrenamiento cruzado, vamos. Iba bastante cargado de piernas de correr un par de días, pero la verdad, el hecho de estar en el agua y moverlas suave, me ayudó a recuperarlas muy bien (tendré que buscar zonas de nado acá en el Norte).
Al igual que corriendo y en bici puedes ir viendo el paisaje que transcurre, en el nadar es lo mismo, solo que diferente. Por momentos me empanaba un poco, la verdad, ya que tienes a tu disponibilidad la vista de por encima del agua (y con la que controlas a tus compañeros y por donde vas) y la de debajo, en la que puedes ver el fondo, fauna y flora marina.
Y sí, entre esa fauna, están las medusas...esos pequeños seres a los que les tengo un respeto (no mentiré, me dan un canguelo que te cagas) enorme. Pero en fin, supongo que si lo hiciese más a menudo, eso no pasaría.

Salir del agua, agua caliente en los pies y un cafecito con unas tostadas para el buche...que más se puede pedir? 

Una gran mañana disfrutando de algo nuevo en buena compañía! Os recomiendo saliros de vuestro tiesto las veces que podáis :)

A pesar de las nubes, ahí estuvimos para saludarlo Foto: Joaquim Verdalet

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