Como ponerse en forma sin sufrir: perderse

El estar "tocado" no tiene por qué ser malo, se puede tornar en algo bueno y animarnos a plantearnos las cosas de otra manera.

Llevo un par de semanas muy calmadas (deportivamente hablando) ya que, cafre de mí, me hice daño en las rodillas haciendo "gimnasia" en casa. Pero como dije al principio, eso no tiene porque ser un impedimento. 
Sí, es cierto, tal vez no pueda ponerme a hacer según qué movimientos en casa, o que no puedo correr velozmente...pero aún con el nuevo handicap, puedo caminar, trotar suave y pedalear. 

Y todo esto, me ha ayudado a volver a encontrar el disfrute en las salidas.

La chispa de la ignición fue una salida en bicicleta con el grupo Gravel Gallaecia (un saludo compañer@s, a los que nos vimos  y a los que no pudisteis por compromisos). Podría haber hecho una crónica de todo el recorrido, pero sinceramente, estuve demasiado ocupado embelesado con todo lo que veía, charlando, manteniéndome encima de la bici y sí, riendo, sufriendo y rezando por llegar a casa después de una distancia que se escapaba a mis posibilidades y preparación previa, pero que con ayuda y comprensión de unos socios así, se hizo y fue un logro. Me hablaron de algo que me puso los dientes largos: el Camino Marítimo. No lo conocía, así que espero en un futuro echarle un buen ojo...
 
 El resto de días, me he dedicado a algo que me encanta: explorar. Visitar sitios que ya conocía en coche, pero montado en la bicicleta. Volver a disfrutar de la zona del puente romano del Almofrei fue una gozada. Ver cosas que conocía, pero movido por el motor de la fuerza animal, que de animal mucho pero fuerte poco. 

La gordiflaca en el puente del Almofrei (sí, apenas se ve, pero está)

Pero también intentar conocer lo que me rodea, y perderme, pero perderme muy fuerte. Tanto que apenas sé donde estoy, pero con la ventaja de estar por el patio de casa (y con un par de referencias, sé llegar). Coger el teléfono para ojear un mapa y siempre acabarse la batería...y llega la improvisación.

Hoy mismo, salir de casa con un objetivo, mirador de Cotorredondo. Y sí, no voy de héroe, no llegué. Me perdí salvajemente, pero también me divertí y aprendí nuevos caminos que me servirán. Aquí la épica brilla por su ausencia, pero quien necesita héroes?

El puro placer de caminar, trotar, pedalear sin un rumbo muy fijo, solo por el disfrute de moverse, de acumular quilometros en las piernas, que es lo que necesitan ahora para llevarme más lejos en el futuro...pero sin entrenamientos propiamente dichos, sin apps de mierda. Salir por la puerta, como antaño se hacía.

Pista solitaria en...os diría donde, pero no tengo ni idea de mi ubicación.
Que me deparan las siguientes salidas? Seguro que seguir perdiéndome, porque así me encontraré :)


Comentarios

  1. WOW, qué sitios más chulos!
    Efectivamente, de vez en cuando viene bien perderse para redescubrir sitios ya sea en bici, andando o corriendo.
    Un saludo!
    Chus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mejor de todo, como quien dice, es que los tengo en el "patio" de casa.
      Muchas veces no hace falta irse tan lejos para disfrutar.

      Gracias por tu comentario, un saludo :)

      Eliminar

Publicar un comentario

Puedes comentarme aquí, ten por seguro que lo leeré ;)

Las entradas más leídas